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25 de julio de 2025

Brecha entre aliados: Washington critica duramente el plan de Francia para el reconocimiento de Palestina

Una marcada diferencia de criterios sobre el conflicto en Oriente Medio ha generado una fisura diplomática entre Estados Unidos y Francia. La administración estadounidense ha expresado su enérgica oposición a la reciente iniciativa del gobierno francés de reconocer formalmente a Palestina como un Estado soberano ante la comunidad internacional.

Washington, D.C. – La tensión entre las dos potencias occidentales escaló este jueves, después de que el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, calificara la propuesta francesa como una acción imprudente que socava los esfuerzos de paz en la región. A través de una declaración en la plataforma X, Rubio argumentó que la decisión de París es contraproducente y beneficia principalmente la narrativa del grupo Hamás.

En su mensaje, el jefe de la diplomacia estadounidense afirmó que este tipo de reconocimientos unilaterales representan “un desaire a la memoria de las víctimas del ataque del 7 de octubre”, sugiriendo que la medida no contribuye a una solución negociada y duradera.

La controversia se encendió tras el anuncio del presidente francés, Emmanuel Macron, quien confirmó la intención de su país de dar un paso histórico. Según lo comunicado por el Palacio del Elíseo, Francia formalizará el reconocimiento del Estado de Palestina durante la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, programada para septiembre. Este movimiento posiciona a Francia en una línea diferente a la de su aliado norteamericano, que tradicionalmente ha sostenido que el estatus de Estado palestino debe ser el resultado de negociaciones directas con Israel.

Esta colisión de posturas diplomáticas evidencia una creciente divergencia en el seno de las potencias occidentales sobre cómo abordar el prolongado conflicto palestino-israelí. Mientras París se prepara para lo que considera un acto solemne y necesario en el escenario mundial para avanzar hacia una solución de dos Estados, Washington lo percibe como una acción prematura que podría desestabilizar aún más la frágil situación en la región. La comunidad internacional observa con atención cómo esta diferencia de enfoques podría impactar futuras negociaciones y el equilibrio de poder en Oriente Medio.