11 de agosto de 2025
Colombia despide a Miguel Uribe Turbay y clama por justicia tras su asesinato
Bogotá, Colombia – 11 de agosto de 2025 – La nación colombiana se encuentra sumida en luto tras confirmarse, a las 1:56 de la madrugada, la muerte del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, de 39 años, en la Fundación Santa Fe de Bogotá. Falleció tras 64 días de lucha contra las heridas causadas por un atentado el 7 de junio, cuando un joven de 15 años le disparó dos veces en la cabeza y una en la pierna durante un evento político en el barrio Modelia. El país, conmocionado, exige justicia mientras revive los ecos de su violento pasado político.
Un trágico desenlace
El equipo médico de la Fundación Santa Fe, liderado por el director Adolfo Llinás Volpe, informó que, pese a múltiples intervenciones quirúrgicas, una hemorragia cerebral el pasado sábado agravó el estado de Uribe Turbay, sellando su destino. “Hicimos todo lo posible durante más de dos meses,” expresó Henry Gallardo, director general, en una conferencia cargada de solemnidad. La noticia desató una ola de dolor en Colombia, donde la muerte del senador evoca los oscuros días de los años 80 y 90, marcados por asesinatos políticos.
Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay y cuya madre, la periodista Diana Turbay, fue asesinada en 1991 tras un secuestro ordenado por Pablo Escobar, había forjado una carrera marcada por la resiliencia. “Perdonamos lo imperdonable,” dijo alguna vez, refiriéndose al asesinato de su madre. Su trágica muerte refuerza el peso de una historia familiar ligada a la violencia.
Clamor por justicia y unidad
La reacción nacional e internacional no se hizo esperar. La vicepresidenta Francia Márquez llamó a la unidad, afirmando que “la democracia se fortalece con diálogo, no con sangre.” El expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático, lamentó: “Han apagado una esperanza, pero que la lucha de Miguel ilumine el futuro de Colombia.” Por su parte, el expresidente Iván Duque describió a Uribe Turbay como “una promesa truncada por el terrorismo,” urgiendo a honrar su legado con patriotismo.
Desde el exterior, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, expresó su tristeza y exigió justicia, mientras que el gobierno de Panamá y el opositor venezolano Edmundo González Urrutia se solidarizaron, condenando la violencia política. En las calles de Bogotá, velas, minutos de silencio en el Congreso y oraciones en plazas públicas reflejan el duelo colectivo.
Investigación en curso
Las autoridades han detenido a seis personas, incluido el adolescente que disparó, quien confesó haber sido contratado por 20 millones de pesos por el “patrón del barrio,” vinculado al microtráfico. Entre los capturados están Carlos Eduardo Mora González, de nacionalidad venezolana, y Katerine Andrea Martínez, arrestada en Caquetá. La Policía apunta a una posible conexión con la disidencia de las FARC conocida como Segunda Marquetalia, aunque el móvil exacto sigue bajo investigación.
Un adiós cargado de promesas
María Claudia Tarazona, esposa de Uribe Turbay, compartió un desgarrador mensaje en redes: “Siempre serás mi amor eterno. Cuidaré de nuestros hijos hasta que nos reunamos de nuevo.” El senador deja un hijo pequeño y tres hijastras, a quienes acogió como propias. Su trayectoria, que incluyó roles como concejal de Bogotá, presidente del Concejo y secretario de Gobierno, destacó por su firme defensa de la seguridad y su oposición al gobierno actual.
La muerte de Uribe Turbay, en vísperas de las elecciones de 2026, plantea un desafío para Colombia: proteger a sus líderes y consolidar una democracia libre de violencia. Su legado, forjado en la adversidad, se convierte en un símbolo de resistencia y un recordatorio de la necesidad de justicia en un país que aún lucha por superar su pasado.