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2 de octubre de 2025 | 12:54 am

Conexión en Cuatro Patas: El Amor Inesperado que Me Devolvió la Calma Después de la Pérdida

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Santo Domingo, 2 de octubre de 2025

Perder a un ser querido nunca es fácil. La muerte de mi padre dejó en mí un vacío existencial difícil de describir. Era marzo de 2020, y apenas una semana después de su partida el país entero entraba en estado de emergencia por la pandemia del COVID-19. La incertidumbre del mundo exterior se mezclaba con la tormenta interior de mi propio duelo. Sentía que todo se desmoronaba y que la vida había perdido color.

El Encuentro con Luna

En medio de ese dolor, mi hija me pedía con insistencia un perro. Al inicio pensé que era un simple capricho infantil, pero poco a poco esa idea comenzó a resonar en mí, hasta que entendí que yo misma necesitaba ese abrazo silencioso que los animales saben dar.

Fue en esa búsqueda que apareció Luna, una pequeña Maltese de ojos sinceros y mirada profunda. Desde el primer momento hubo conexión. No sé si yo la elegí o si ella me eligió a mí, pero lo cierto es que desde que llegó a nuestras vidas se convirtió en una fuente de paz y compañía incondicional.

El Amor que No Se Explica

Luna no reemplazó a mi papá ni borró el dolor de su partida, pero llenó un espacio distinto, uno que ni siquiera sabía que existía. Con su amor incondicional, me enseñó que las conexiones verdaderas no siempre vienen de los seres humanos.

El amor de un perro trasciende las palabras. No exige, no juzga, no guarda rencores. Basta con su compañía para sentir calma. Cuando Luna me mira, siento que me dice: “Estoy aquí, contigo, pase lo que pase.” Y esa certeza ha sido un bálsamo en medio de tantas heridas.

Un Regalo de Vida

En ella descubrí un tipo de amor distinto, puro, que se ofrece sin condiciones y que me recuerda cada día que la vida, incluso en medio de la pérdida, siempre tiene formas de sorprendernos con nuevas razones para sonreír.

Hoy sé que el pedido de mi hija no fue un simple capricho: fue una respuesta a mi alma herida. Luna llegó para nutrirme, para enseñarme que incluso en los momentos más oscuros se pueden construir lazos de luz.

¿Has sentido el amor incondicional de una mascota? Comparte en los comentarios cómo un compañero de cuatro patas ha tocado tu vida o te ha ayudado a sanar. ¡Hagamos de este espacio un lugar para celebrar esas conexiones especiales!