14 de agosto de 2025
Desintegración del PLD cinco años tras perder el poder
Santo Domingo, 14 de agosto de 2025 – A cinco años de su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) enfrenta una crisis interna que no da señales de detenerse. La organización, que dominó la política nacional durante décadas, sigue perdiendo figuras clave y militantes de base en una oleada de deserciones que debilita su estructura y proyección política.
El declive comenzó tras la victoria del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en 2020, cuando el PLD perdió el Ejecutivo y vio mermada su representación en el Congreso. En agosto de ese año, tres senadores —Félix Bautista, Dionis Sánchez y Franklin Peña— junto a 22 diputados abandonaron el partido para unirse a la Fuerza del Pueblo, liderada por Leonel Fernández. Además, ocho miembros del Comité Central, entre ellos Ramón Valerio y Elías Serulle, también renunciaron, marcando el inicio de una sangría que no ha cesado.
El éxodo continuó en los años posteriores. En 2022, figuras como el diputado Rafael Castillo y el exsenador Julio César Valentín se sumaron a otras fuerzas políticas. El 2023 fue especialmente duro, con la salida de Carlos Sánchez, Luis René Canaán, y varios legisladores y alcaldes que optaron por el PRM. En 2024, las deserciones incluyeron a María Mercedes Fernández, Ramón Ventura Camejo y Domingo Contreras, este último tras la expulsión polémica de su padre, Carlos Amarante Baret.
El 2025 no trajo alivio. Desde enero, nombres como Jorge Minaya, Radhamés Fortuna y Juan Julio Campos dejaron el PLD, muchos rumbo a la Fuerza del Pueblo. La salida más reciente, el 11 de agosto, involucró al exministro José del Castillo Saviñón, Charinee Ovalles y el vicesecretario Carlos Sánchez, consolidando la percepción de un partido en descomposición.
El analista político Valentín Amador señala que estas renuncias reflejan un desgaste estructural. “El PLD no ha logrado renovar su liderazgo ni cohesionar a sus bases. Mientras tanto, el PRM y la Fuerza del Pueblo aprovechan este vacío, captando desde figuras prominentes hasta equipos locales”, explica. Amador critica la falta de una estrategia clara para frenar las deserciones, limitándose el partido a restarles importancia públicamente.
Las salidas no solo afectan a figuras visibles, sino también a militantes de menor rango, lo que fragmenta aún más la base del PLD. Con el panorama político dominicano en constante cambio, la organización enfrenta el desafío de reinventarse para recuperar su relevancia o arriesgarse a una mayor erosión en los próximos años.