Skip to content

22 de agosto de 2025

El Príncipe William Siembra Dudas sobre el Futuro de Buckingham con su Mudanza a Windsor

Compartir Noticia

Londres, 22 de agosto de 2025


El príncipe William, heredero al trono británico, y su familia planean mudarse a Forest Lodge, una mansión de ocho habitaciones del siglo XVIII en la finca real de Windsor, considerada su “hogar para siempre”, según el tabloide The Sun. La mudanza, confirmada por el Palacio de Kensington para finales de 2025, ha generado incertidumbre sobre el futuro del Palacio de Buckingham como residencia oficial del monarca, un rol que ha cumplido desde 1837.


Contexto de la Mudanza

William, Catherine, Princesa de Gales, y sus tres hijos —George (12), Charlotte (10) y Louis (7)— actualmente residen en Adelaide Cottage, una vivienda más pequeña en Windsor, desde 2022. La decisión de establecerse en Forest Lodge, financiando personalmente las renovaciones y el alquiler, responde al deseo de un “nuevo comienzo” tras el diagnóstico de cáncer de Kate en 2024 y su posterior recuperación. La cercanía de la nueva residencia al Lambrook School, donde estudian sus hijos, refuerza la elección de Windsor como base familiar.


Implicaciones para Buckingham Palace

El Palacio de Buckingham, con 755 habitaciones y un ícono global comparable a la Casa Blanca, enfrenta un futuro incierto debido a esta mudanza. Actualmente inhabitable por una renovación de £369 millones (US$497 millones) que concluirá en 2027, el palacio no es la residencia del rey Carlos III, quien prefiere Clarence House y ha vivido allí desde 2003. Aunque Carlos, de 76 años y diagnosticado con cáncer en 2024, planea regresar a Buckingham tras la renovación, su salud podría impedirlo.

El comentarista real Richard Fitzwilliams calificó como una “catástrofe” la posibilidad de que Buckingham pierda su rol central, destacando su importancia como sede de ceremonias como el Trooping the Colour y las fiestas en el jardín, además de atraer a 500,000 turistas anuales en verano. Sin embargo, fuentes del Daily Mail indican que William, al convertirse en rey, adoptará un enfoque “pragmático”, manteniendo Buckingham como “sede de la monarquía” para eventos oficiales y turísticos, pero sin residir allí, lo que lo convertiría en el primer monarca desde la Edad Media en no vivir en un palacio o castillo.


Reacciones y Preocupaciones

La columnista del Daily Mail, Amanda Platell, expresó temores de que un “rey a tiempo parcial” viviendo en Forest Lodge podría erosionar el apoyo a la monarquía, especialmente entre los jóvenes. Una encuesta de YouGov de 2024 reveló que solo el 35% de los británicos de 18 a 24 años apoya la monarquía, frente a un respaldo más amplio en la población general.

Por otro lado, Fitzwilliams defendió que Buckingham debe seguir siendo el “centro de la monarquía”, incluso si William y Kate no residen allí, y destacó que la renovación está dentro del presupuesto y en plazo. William planea abrir más el palacio al público y expandir su uso para eventos gubernamentales y benéficos, siguiendo el modelo de su padre.


Otras Residencias Reales

La familia real posee múltiples propiedades, como Windsor Castle y Balmoral Castle, favoritos de la difunta reina Isabel II, Sandringham House para las Navidades, y Highgrove House, donde Carlos desarrolló jardines ecológicos. William y Kate también tienen acceso a Anmer Hall en Sandringham y el Apartamento 1A en el Palacio de Kensington, su base oficial en Londres. Fitzwilliams señaló el riesgo de que la percepción de “demasiadas residencias” genere críticas, aunque destacó la gestión responsable de los costos de renovación.


Reflexión

La decisión de William de priorizar la vida familiar en Windsor refleja un enfoque moderno y pragmático, pero plantea un desafío para la monarquía: equilibrar la tradición de Buckingham como símbolo nacional con las necesidades personales de la familia real. La posible transformación del palacio en un centro más público podría fortalecer su relevancia, pero el distanciamiento de un futuro rey de su residencia histórica podría afectar la percepción pública, especialmente entre las nuevas generaciones.