29 de agosto de 2025
La Casa Blanca Afirma Apoyo Regional al Despliegue Militar en el Caribe contra el Narcotráfico Venezolano
Washington, 28 de agosto de 2025 | 23:33
La Casa Blanca defendió este jueves el despliegue militar estadounidense en el Caribe, destacando el respaldo de varios países latinoamericanos a esta iniciativa contra el narcotráfico vinculado al gobierno de Nicolás Maduro. La portavoz Karoline Leavitt enfatizó que la operación, que incluye más de 4,000 efectivos, buques de guerra y aviones, cuenta con el aplauso de naciones de la región, y reiteró que Maduro no es un presidente legítimo, sino el líder de un “cartel del narcotráfico”. Esta declaración se produce en un contexto de escalada de tensiones, donde Venezuela ha respondido con la movilización de 4.5 millones de milicianos y el despliegue de sus propias fuerzas navales y drones.
Leavitt, en su rueda de prensa diaria, subrayó: “Muchos países caribeños y de la región han aplaudido las operaciones y esfuerzos antidrogas de la administración, y el presidente Donald Trump está dispuesto a utilizar todos los recursos del poder estadounidense para detener la entrada de drogas a nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia”. La portavoz rechazó especulaciones sobre una posible invasión, limitándose a afirmar que no se adelantará a Trump respecto a “ninguna acción militar”, pero insistió en que el régimen de Maduro es un “instrumento bajo control de la delincuencia organizada transnacional”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, respaldó esta posición al afirmar que el operativo tiene el apoyo de países como Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana y Trinidad y Tobago, que han manifestado su disposición a colaborar en acciones conjuntas contra el narcotráfico. Rubio, en declaraciones previas, señaló que estos gobiernos ven en la iniciativa una oportunidad para desmantelar redes criminales que afectan la estabilidad regional.
Detalles del Despliegue Militar
La operación, enmarcada en la “Doctrina Trump” contra los carteles, involucra un contingente significativo de fuerzas navales y terrestres en aguas cercanas a Venezuela y el Caribe:
- Más de 4,000 militares: Incluyendo unos 2,000 marines, desplegados en un grupo anfibio liderado por el USS Iwo Jima, con capacidad para operaciones expedicionarias.
- Buques de guerra: Tres destructores de misiles guiados (USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson), el crucero lanzamisiles USS Lake Erie y el submarino de propulsión nuclear USS Newport News.
- Otros activos: Aviones de vigilancia P-8A Poseidon para monitoreo de rutas de narcotráfico, y buques de transporte como el USS San Antonio y USS Fort Lauderdale.
Este despliegue, iniciado la semana pasada, es el más grande en el Caribe desde la invasión de Panamá en 1989, según fuentes del Pentágono. Oficialmente, se centra en interceptar cargamentos de cocaína del “Cartel de los Soles”, una red supuestamente liderada por Maduro y designada como organización terrorista por EE.UU. en febrero de 2025. Washington ha duplicado la recompensa por la captura de Maduro a US$50 millones, acusándolo de narco-terrorismo y alianzas con el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa mexicano.
Respuesta de Venezuela y el Contexto Regional
Maduro, en un discurso televisado, rechazó las acusaciones como “invención” de EE.UU. y ordenó la movilización de 4.5 millones de milicianos, además de desplegar 15,000 tropas en la frontera con Colombia y patrullas navales con drones. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, calificó las imputaciones de “ridículas”, mientras el ministro del Interior, Diosdado Cabello, anunció la incautación de 53 toneladas de drogas en 2025. Caracas ha prohibido temporalmente el uso de drones civiles y enviado una carta a la ONU denunciando la “amenaza a la paz regional”.
El despliegue ha generado divisiones en América Latina. Países como Argentina (bajo Javier Milei), Paraguay y Ecuador han expresado apoyo tácito o explícito a la operación antidrogas, viendo en ella una forma de combatir el flujo de estupefacientes. Guyana y Trinidad y Tobago han colaborado en inteligencia compartida. Sin embargo, México, bajo Claudia Sheinbaum, rechazó cualquier vínculo entre Maduro y el Cártel de Sinaloa, afirmando que no hay evidencia. Brasil y Colombia han mantenido neutralidad, aunque Bogotá ha reforzado su frontera. Expertos como Carolina Jiménez Sandoval de la Washington Office on Latin America advierten que el operativo podría ser una estrategia de presión para un cambio de régimen, similar a intentos fallidos en 2019-2020, exacerbando la crisis migratoria venezolana (más de 7.7 millones de desplazados).
Implicaciones y Perspectivas
La Casa Blanca insiste en que la operación es puramente antidrogas, pero analistas ven en ella un intento de desestabilizar a Maduro, quien ganó la controvertida elección de julio de 2024. EE.UU. no reconoce su legitimidad desde 2019 y ha impuesto sanciones que han colapsado la economía venezolana. El despliegue, que incluye un submarino nuclear, ha alarmado a aliados de Caracas como Rusia, China e Irán, que han aumentado su presencia en el país (armas rusas, inversiones chinas, drones iraníes). El Pentágono ha enfatizado que no hay planes de invasión, pero Trump ha reiterado su disposición a usar “todo el poder americano” contra carteles.
En la región, la iniciativa ha reavivado temores de intervencionismo, recordando la Doctrina Monroe. Mientras EE.UU. busca aliados, Venezuela ha apelado a la ONU por “garantías” contra armas nucleares. El desenlace podría influir en la estabilidad del Caribe, con posibles repercusiones en migración y comercio. Rubio ha llamado a la cooperación multilateral, pero el escepticismo persiste ante la historia de tensiones bilaterales.