Telarañas en el Clyde: Glasgow se transforma en el escenario de la nueva película de Spider-Man

La capital económica de Escocia, Glasgow, se ha convertido en el epicentro de la acción cinematográfica con el rodaje de la esperada cuarta entrega de Spider-Man, una superproducción que mantendrá a la ciudad en el foco mediático hasta finales de agosto. Las calles victorianas han sido metamorfoseadas en una bulliciosa réplica de la Gran Manzana, atrayendo a miles de curiosos y elevando el perfil de la ciudad como un plató de Hollywood de primer nivel.

Desde el inicio del mes, el equipo de producción ha recreado un vibrante Nueva York en zonas céntricas como Bothwell Street y St Vincent Street. Taxis amarillos, coches de policía neoyorquinos y la típica señalética de EE. UU. se han adueñado del paisaje urbano, creando un ambiente de película que ha sido el deleite de locales y visitantes. Los transeúntes, desde niños disfrazados del Hombre Araña hasta mascotas con capas rojas, se agolpan detrás de las vallas de seguridad, esperando capturar con sus teléfonos un vistazo de la acción o, con suerte, a su héroe en persona.

Un reparto estelar y la presencia de Tom Holland

La estrella de la saga, Tom Holland, de 29 años, ha sido el centro de atención. El actor, que interpreta a Peter Parker desde 2016, ha sido visto realizando acrobacias con cables y participando en intensas escenas con pirotecnia y persecuciones vehiculares. Holland no ha dudado en interactuar con los fans, deteniéndose a saludar y a tomarse fotos, especialmente con los más pequeños, una actitud que ha elogiado en sus redes sociales, destacando la emoción de grabar con público por primera vez.

El reparto de esta nueva entrega, con un estreno programado para julio de 2026, contará con el regreso de Zendaya como MJ. También se rumorea la participación de Jon Bernthal en el papel de Punisher y de Sadie Sink, conocida por su trabajo en Stranger Things, en un rol que aún se mantiene en secreto.

Glasgow: el plató predilecto de las superproducciones

Este no es el primer proyecto de gran envergadura que Glasgow alberga. La ciudad ha cimentado su reputación como un destino fílmico de primer nivel, atrayendo producciones como Indiana Jones y el dial del destino y The Batman. La arquitectura victoriana de la ciudad es una de las principales razones de su popularidad, ya que permite recrear de manera convincente otros grandes centros urbanos o ciudades ficticias. Sumado a esto, la infraestructura cinematográfica local y la experiencia de los equipos de producción hacen de Glasgow una opción atractiva y rentable para los grandes estudios.

La afluencia de un rodaje de esta escala ha requerido una cuidadosa planificación logística. El ayuntamiento ha anunciado diversos cierres de calles que afectarán la movilidad hasta el 26 de agosto, con desvíos de tráfico y restricciones de acceso para peatones en áreas específicas. A pesar de los inconvenientes, el entusiasmo es palpable, y la ciudad celebra su papel protagonista en la industria del cine internacional.