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2 de noviembre de 2025 | 11:44 pm

Un Gesto que Cambió Mi Vida

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Santo Domingo, 3 de noviembre de 2025 | 10:12 AM

Cómo la gratitud y la valentía pueden abrir puertas inesperadas

El agradecimiento para mí siempre ha tenido una vital importancia. No es una palabra vacía ni un simple gesto, sino una forma de reconocer que, aun en los momentos más inesperados, la vida se encarga de abrir puertas si uno se atreve a tocar.

Un Encuentro que Marcó un Camino

Recuerdo que en mis años de universidad vi a una joven que cursaba algunas materias conmigo. Llevaba colgado un carnet de una institución bancaria que yo admiraba profundamente. Mi instinto me llevó a acercarme, presentarme y preguntarle si podía compartirle mi currículum para que lo enviara al área de Recursos Humanos.

Su respuesta fue sencilla pero significativa: me dijo que , aunque aclaró que no era su decisión. Y ahí estuvo el gesto que cambió mi vida. No tuvo que hacerlo, pero lo hizo. Esa acción tan simple, tan humana, abrió un camino que jamás olvidaré.

La Prueba que No Olvidaré

Al poco tiempo, recibí una llamada: me estaban citando a una entrevista. Yo, feliz y asustada al mismo tiempo, porque no tenía experiencia laboral alguna y ni siquiera había recibido mi cédula.

Fueron cinco horas de pruebas de todo tipo, en las que apenas me mantenía en pie porque no había desayunado. Entre ellas, me tocó escribir un memorando en una máquina de escribir. Y ahí entendí que nada en la vida es casualidad: gracias a que mi madre había hecho un curso en su época de mecanógrafa y en casa teníamos una máquina de escribir que había usado de vez en cuando, pude salir adelante con una de tantas pruebas.

Al final de la jornada, para mi sorpresa, fui escogida.

Lecciones que Perduran

Esa primera experiencia laboral no solo me abrió las puertas al mundo profesional, también me dejó aprendizajes que llevo conmigo hasta hoy: la importancia de atreverse, la certeza de que las habilidades aprendidas en el hogar son tan valiosas como las académicas, y sobre todo, la fuerza del agradecimiento.

Tenía muy pendiente que, cuando cobrara mi primer sueldo, le regalaría un presente a esa persona que confió en mí y que hasta hoy recuerdo con cariño. Y así lo hice.

“La vida me enseñó que las oportunidades muchas veces llegan disfrazadas de pequeños gestos y que un simple ‘sí’ puede transformar un destino.”

Un Legado de Gratitud y Valentía

Gracias a ese gesto generoso y a mi decisión de acercarme, inicié una etapa inolvidable en la que construí networking, adquirí aprendizajes y conocí amigos que todavía conservo.

La vida me enseñó entonces que las oportunidades muchas veces llegan disfrazadas de pequeños gestos y que un simple “sí” puede transformar un destino. Atreverse a dar el primer paso y agradecer cada puerta que se abre es, al final, lo que multiplica las posibilidades de crecer y avanzar.

¿Qué gesto inesperado cambió tu vida? Comparte en los comentarios una historia de valentía o gratitud que te abrió puertas. ¡Inspiremos a otros con nuestras experiencias!