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6 de noviembre de 2025 | 1:57 am

Y si Mañana te Toca Parar… ¿Estás Preparada?

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Cuidar de ti no es egoísmo, es responsabilidad. Porque cuando la vida sorprende, lo que organizaste con tiempo puede darle calma a quienes más amas.


Por años pospuse una cirugía. Siempre había una razón: el trabajo, las responsabilidades, el miedo. Hasta que un día el cuerpo me obligó a detenerme.

Ahí comprendí algo que quiero compartir contigo: la salud no se negocia, y postergarla tiene un costo más alto de lo que imaginamos.

Cuando llega un imprevisto médico —propio o de un familiar— la vida cambia en segundos. Y mientras esperas en una sala o frente a un diagnóstico, entiendes que no se trata solo de fe, sino también de preparación:

  • ¿Quién cuida de mis hijos si debo ausentarme?
  • ¿Tengo cómo cubrir los gastos médicos sin desajustar el hogar?
  • ¿Mi familia sabría qué hacer si algo me ocurre?

Como madres, muchas veces planificamos todo menos lo más importante: qué pasa si nos detenemos.

Esta experiencia me enseñó que cuidarnos no es solo cuestión de salud física, sino de organización y previsión. Porque cuando tú estás bien, tu familia también lo está.


Seis Pasos para Cuidar sin Descuidarte

  1. Crea un fondo de emergencia familiar
    Guarda el equivalente a tres o seis meses de gastos básicos. Es una red de apoyo, no un lujo.
  2. Revisa tus seguros y coberturas
    Asegúrate de que incluyan cirugías, hospitalización y medicamentos. Y si no, busca alternativas.
  3. Delega responsabilidades
    Enseña a tus hijos y pareja qué hacer si no estás disponible. La carga compartida también es amor.
  4. Organiza tus documentos médicos
    Mantén en un mismo lugar tus resultados, contactos médicos y lista de medicamentos.
  5. Agenda tus chequeos de rutina
    No esperes sentirte mal para cuidarte. La prevención es el mayor acto de amor propio.
  6. Ten un bulto listo para emergencias
    Incluye lo esencial: documentos, artículos personales, medicamentos, cargador y algo de efectivo. En los momentos difíciles, ese pequeño detalle da mucha paz.

Pensamos que ser fuertes es aguantar, pero la verdadera fortaleza está en prepararnos para que el amor siga fluyendo, incluso cuando la vida nos detiene.

Cuida de ti, por ti y por los tuyos.